Caleb, cuyo nombre significa valor, determinación, ¡tipifica a la persona que se aferra al Señor! Caleb era inseparable de Josué, representando así al que continuamente camina con el Señor haciendo caso omiso de las distracciones de la vida.
Caleb había acompañado a los espías al otro lado del Jordán, cuando el Espíritu Santo lo dirigió hacia Hebrón – “el lugar de muerte.” Abraham y Sarah estaban enterrados allí, como también Isaac y Jacob y los patriarcas, y años más tarde, el reino de David comenzaría allí. Con asombro Caleb escaló esa sagrada montaña y la fe inundó su alma. Él valoró ese santificado lugar, y desde ese momento en adelante, él quiso que Hebrón fuese su posesión.