Los miembros y simpatizantes de la Iglesia Cristiana de la Ciudad de México, denunciamos la “cacería de brujas”, emprendida por parte de funcionarios de la Procuraduría General de la República en contra de personas y familias de la Iglesia Cristiana de la Ciudad de México.
Desde hace 2 años dicha institución procuradora de justicia a través de la Fiscal Guillermina Cabrera Figueroa y personal a su cargo han violado flagrantemente no sólo los derechos humanos de miembros de esta iglesia, sino las leyes que está obligada a velar, a través de la fabricación de delitos y de pruebas, ocultamiento de evidencias, arrestos, arraigos y cateos ilegales, robo y abuso de autoridad en contra de los miembros de la Iglesia Cristiana de la Ciudad de México, de sus simpatizantes, amigos y familiares.
Igualmente, funcionarios de la PGR han proporcionado información falsa a los medios de comunicación a fin de confundir a la opinión pública, criminalizando y estigmatizando a las familias que conforman nuestra comunidad, promocionando con bombo y platillo la detención de sus miembros en abierta violación a sus derechos humanos, pero omitiendo decir que han sido absueltos al comprobarse su inocencia, como es el caso de Alonso Cuevas.
Desde que iniciamos nuestras manifestaciones pacíficas y solicitudes de justicia ante las instancias competentes se ha intensificado la persecución, criminalización, atropellos y represión contra los miembros de esta iglesia.
A pesar de ello, la Iglesia Cristiana de la Ciudad de México continuará movilizándose para denunciar ante todas las instancias nacionales e internacionales la corrupción del gobierno y la persecución contra minorías cristianas.
Si ser cristiano ahora es un delito en nuestro país, van a tener que hacer la cárcel más grande para que quepamos todos.
¡ALTO A LA REPRESIÓN DE ESTADO CONTRA MINORÍAS CRISTIANAS!
¡CESE A LAS INJUSTICIAS DEL GOBIERNO FEDERAL!