DALLAS, Texas.— Una misionera estadounidense fue baleada en su auto, junto con su esposo, en San Fernando, Tamaulipas, y aunque pudo llegar al puente internacional Pharr —al sur de Texas— para ser trasladada a un hospital, finalmente falleció.
Con residencia en el valle de Río Grande, Texas, Nancy Shuman Davis —de 59 años— y su esposo Sam Davis realizaban trabajo misionero en México desde hace tres décadas.
En un comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación (Segob), la administración de Felipe Calderón lamentó el fallecimiento de Nancy y ofreció realizar una investigación a fondo de los hechos y actuar en consecuencia para castigar a quien o a quienes resulten responsables.
Ayer por la mañana, una camioneta negra se aproximó hacia la pareja cuando manejaba en la carretera, mientras que hombres armados les ordenaban pararse, pero Sam aumentó la velocidad y trató de escapar.
Los sujetos comenzaron a disparar y su esposa fue herida en la cabeza. Aunque él cruzó la frontera para pedir ayuda, dos horas más tarde la misionera fue declarada muerta.
La televisora Fox News contactó al pastor Roger Hatfield, de Ohio, quien conocía bien a la pareja. El religioso dijo que «ellos pasaron toda su vida adulta tratando de ayudar a la gente pobre en México… Veo su muerte como un martirio».
El FBI y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas están involucrados en la investigación. Katherine Cessinger, de la oficina del gobernador Rick Perry, informó que los Rangers de Texas también colaboran, y que «las oraciones del gobernador están con la familia de Nancy».
Los miembros de la God’s Missionary Church evangelizan por medio de «estaciones misioneras» esparcidas en el mundo, siguiendo la enseñanza de John Wesley, fundador de la Iglesia Metodista, de que «el mundo es nuestra parroquia». (Con información de Horacio Jiménez y agencias)
El Universal